martes, 24 de noviembre de 2009

Pensarse en comunidad es transformar la naturaleza del conflicto

Por: Jhon Jaime Duque Díaz. Docente Inglés

Conflicto proviene de la voz latina “conflictos” que deriva del verbo “confluyere” que significa combatir, luchar, pelear, etc.
Es una realidad que las personas que conviven en un mismo espacio interactúan y comparten intereses diferentes pueden generar una confrontación por incompatibilidad. Si bien es cierto que el ser humano es conflictivo, no podemos generar una confrontación mayor en la cual se acalla al otro apoyado en las deficiencias físicas o intelectuales; es decir, por la ley del más fuerte; cuando pensamos, o se pone de manifiesto, que sólo venciendo al otro mantenemos nuestra dignidad, estamos frente a un ¡grave error y falta de inteligencia!

¿Hay alternativa?, sí, pues se puede mantener la dignidad y, a la vez, hacer frente al conflicto, ¡QUE BIEN! ¿Por medio de qué?, ¡de la comunicación y el diálogo!, para mejorar las relaciones interpersonales y resolver el conflicto constructivamente.

Ahora, es cierto que apreciar la realidad de manera diferente también genera una situación de un posible cambio en las relaciones interpersonales, sobre todo cuando una de las partes ejerce influencia sobre la otra.
¿Qué se podría hacer?: buscar el consenso. Una forma responsable y honesta es asentar la solución, justamente, en la paz y el consenso. Se reflexiona acerca de la situación, su causa y su posible solución, además de asumir la responsabilidad y, si es el caso, compartirla. Cuando se exceden ciertos límites se atenta contra la dignidad y se tenta al conflicto. Entonces una manera valida de evitar esto último es RESPETAR no solo la parte física del otro sino, y muy importante, su parte emocional.

A nadie le gusta que lo golpeen y mucho menos que vulneren sus emociones por la burla … o ¿quizá a usted le agrade? ¡No creo!

Y ¿qué es la mediación?: el rol del mediador aporta una nueva posibilidad de solución al conflicto. Aquel asume el compromiso de manera objetiva de generar un mayor sentido de convivencia y resolver de manera espontánea (según el grado del conflicto) la situación; hace más probable que las partes en conflicto se pongan de acuerdo y haya un orden consensuado y no una solución impuesta por alguna autoridad. Es el momento de reflexionar y decidir acerca de aquellas situaciones conflictivas que provocamos y nos provocan o, dejarnos involucrar en un conflicto SIN SENTIDO.

Reorienta tus conductas inadecuadas con un comportamiento coherente a tu formación como estudiante y como ser humano.
Se un referente para tus compañer@s, un orgullo para tu familia y un ser humano para la sociedad. Fortalece los vínculos con tu familia, con tu escuela y, ¡CONTIGO MISMO!

No hay comentarios:

Publicar un comentario